Radioterapia

La línea Oncology de María D'uol mima, protege y repara tu piel cuando más lo necesita. Oncólogos y personal sanitario han contribuido con las evidencias científicas al desarrollo de esta exclusiva línea para el cuidado de la piel durante el tratamiento de radioterapia.

Sobre

Radioterapia

La radioterapia trata muchos tipos de cáncer de manera eficaz. Sin embargo, al igual que otros tratamientos, produce sus efectos secundarios. Depende de cada persona, del tipo de cáncer, de su localización y de su dosis.

Desde María D’uol deseamos prevenir y minimizar esos efectos secundarios.

Queremos que termines el tratamiento de radioterapia con la piel lo más sana posible y para ello la prevención y el cuidado es fundamental.

Nuestra primera recomendación es que comiences a hidratar muy bien la zona que te van a radiar con el Bálsamo Reparador, para que la piel esté lo más sana para comenzar el tratamiento.

Cómo prevenir la radiodermitis

Estudios científicos realizados por el departamento de I+D+i de María D’uol con los servicios de oncología radioterápica de diferentes hospitales, muestran que el uso de la Radio Skin Lotion retrasa la aparición de radiodermitis y casi ningún caso supera la epitelitis Grado I.

Es por ello que para el cuidado de la piel durante la radioterapia recomendamos utilizar la Radio Skin Lotion.

Su fórmula exclusiva restablece las defensas naturales de la piel. Calma, alivia la irritación y restaura la barrera protectora de la piel.

Cómo prevenir la radiodermitis

La irritación en la piel es un efecto secundario frecuente durante el tratamiento oncológico. Se manifiesta en forma de enrojecimiento, inflamación y picor. Evita el uso de productos que pueden resultar irritantes cómo el alcohol, los perfumes con alérgenos, los exfoliantes, los depilatorios. También es importante evitar la exposición al sol sin protección. Es recomendable el uso de prendas con tejidos naturales cómo el algodón. El agua que utilices en la ducha o al lavarte las manos o el rostro es importante que no esté ni muy fría ni demasiado caliente.

Al limpiar el rostro, cuello y escote utiliza manoplas de algodón y seca la piel a toquecitos suaves, nunca frotando.

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